Aventuras de una madre lactante e hijo: ¡Hay leche para todos!

En estas últimas entradas del blog de Espacio Lactancia hemos hablado de temas muy serios, de problemas en los pechos, de situaciones complicadas durante la lactancia…. Y en realidad la lactancia tiene muchas cosas positivas y divertidas. Así que hoy iniciamos un conjunto de entradas para sonreír y ver el otro lado de la lactancia.

Tu hijo ha crecido y se ha iniciado en el maravilloso mundo de la alimentación complementaria. Mamar es un placer, y comer alimentos, depende del día. Así que lo más divertido es hacerlo todo a la vez. Crear cosas nuevas y de paso aprovechar el tiempo, que un niño tiene muchas cosas por descubrir en un día y no todo se limita a estar enfrente de una teta.Llega el día que tu pequeño tiene ganas de crear y experimentar a lo Ferrán Adriá y quiere hacer cosas nuevas, emocionantes, pegajosas. Tu mini chef es un adicto a la teta, creativo e imaginativo, que está dispuesto a experimentar con nuevos sabores, texturas y esferificaciones a base de leche materna. Para ello utilizará todo lo que le pase por la cabeza, las manos y la boca.

La leche sola, tal cual sale de la teta, a pesar de ser buena, a veces les aburre. Cuando llevan mamando una temporada y ya han tomado mucha leche, es necesario experimentar con nuevos sabores y los experimentos con la comida no sólo se hacen dentro del plato.

Y sin previo aviso llega el día en el que te quedas observando perpleja como tu pequeño mini chef te restriega la tostada por el pecho mientras mama, o por el otro pecho que está muy desaprovechado. Y quién dice tostada dice galletas, gajos de mandarina o mejor los huevos revueltos que pringan más. Está tan concentrado en el proceso, prácticamente ni te mira ¡Concentración total! Es uno de esos momentos en los que tienes claro que para tu hijo una cosa eres tú y la otra son tus pechos.

Y con cara de pasmo le dejas hacer (a menos que la tostada o el alimento elegido rasque como el papel de lija) entre divertida y sorprendida. No eres una madre represiva, pero tienes muy claro que si cree que va a conseguir mojar la tostada así, directamente, lo tiene complicado. Pero la imaginación no tiene límites y las recetas son infinitas e inexploradas. ¡Nadie pone tanta imaginación ni tanto empeño en conseguir algo!

Es necesario que sepas que tu pecho (y seguramente el resto de tu cuerpo) sufrirá una patología nueva, indolora, eso sí, pero bastante viscosa, pegajosa y según como llamativa. Los principales síntomas son: la aparición de pequeñas manchas irregulares y difusas en toda la superficie del pecho, el escote y en los casos graves en la barriga. Las manchas no presentan un color claramente definido y aparecen entre tres y cinco veces al día. Eso sí, la buena noticia es que como tratamiento sólo es necesario un masaje intenso sobre la zona afectada con agua del grifo común y corriente, un poco de jabón y todo desaparece sin dejar rastro.

Otra novedad es que ahora, y sin previo aviso, te sientes como la ONU alimentando sólo con la producción de tus pechos a todos los juguetes refugiados del planeta. Y no descartes la llegada de algún alienigena para apuntarse a la pitanza. ¡Y eso que sólo hace unos meses habrías jurado que no tenías leche ni para el tuyo! Tu hijo se encarga de poner orden en este festival y los va poniendo uno tras otro. Lo coge, lo mira de reojo mientras mama y piensa que quizá el bicho en cuestión tiene un poco de hambre y necesita un tentempié. Y te lo enchufa en el otro pecho mientras inevitablemente se parten de risa y tu con él.

Los dinosaurios se extinguieron de la tierra hace 230 millones de años pero las autoridades científicas no saben que tú amamantas diariamente a un rebaño y encima varias veces al día. ¿Pero los dinosaurios son mamíferos? Da igual, tu hijo está seguro que les alimenta con lo mejor. Lo cierto es que estos bichos siempre te han parecido demasiado grandes y ruidosos pero ahora que tienes una pegado al pecho y te parece hasta tierno. ¡Madre mía lo que hacen las hormonas! La lista de “nuevos” mamíferos apuntados al banquete es de lo más extraña: Rayo McQueen, patos de peluche, MickeyMouse y familia, pasando por Barbie y todos los amigos de plástico de tu hijo ¡Si es que sólo falta que pidan turno! Y ni se te ocurra pedirle que los saque porque se va a ofender muchísimo con tal agravio, ellos también tienen derecho a lo mejor.

Con estás experiencias de lactancia compartida descubres que los bebés son extremadamente generosos, sí, ceden tus pechos al primer dinosaurio de plástico que encuentran en el cajón. ¡Ellos en un pecho y su amigo de plástico al otro, vengan y vean que hay para todos!

 

Alba Padró, asesora de lactancia e IBCLC para Espacio Lactancia

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Comentarios

  1. maravilloso! Me sumo, soy una de las tetitas lecheras de la ONU ; )

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