La Ingurgitación

Tras 48-72h después de dar a luz se produce la subida de leche (en otros países se habla de bajada de la leche). Este proceso se pone en marcha tras la separación de la placenta del útero y no está relacionada con la succión del bebé. Por lo tanto, todas las madres deberían experimentar una modificación del pecho tras el parto. La subida de leche, algo absolutamente normal y deseable, se puede transformar en una desagradable experiencia llamada: ingurgitación mamaria.

La subida de leche únicamente debería traducirse en una sensación de pecho lleno pero en ningún caso en una sensación será desagradable o dolorosa.
El transcurso del parto y el posparto pueden determinar que la subida de leche sea adecuada o se tuerza, se complique y se transforme en una dolorosa experiencia:


● Uno de los factores más determinantes para sufrir una ingurgitación es haber recibido fluidos intravenosos de manera excesiva durante el parto.
● Otro factor es que el bebé no haya podido mamar tras el parto o haya sido separado de su madre.
● Y también cuando el bebé no es capaz de marca una demanda adecuada, o tiene alguna dificultad oral (frenillo lingual corto)

La ingurgitación modifica el pecho y lo inflama causando mucho dolor. Los pechos se tensan y se calientan, a veces incluso las madres tienen fiebre. La inflamación se extiende desde la zona de las axilas, que a veces se inflamen e impiden que la madre pueda bajar los brazos, hasta la parte inferior del pecho. La glándula mamaria sufre un edema, una inflamación patológica que no está causada por la leche sino por la retención de líquidos.
¿Pero si pongo al bebé a mamar todo se soluciona?, ¿no?
Si la madre pone al bebé a mamar es posible que el bebé no consiga agarrar el pezón ni la areola, ya que están tan inflamados y duros que el bebé no puede colocar la lengua de manera correcta y no puede realizar el vacío necesario para succionar.
Si después de forcejear un poco consigue agarrarse es posible que o no consiga sacar nada de leche o que lesione el pezón y produzca grietas al aumentar la fuerza de agarre. En muchas ocasiones si esto pasa el bebé se suelta agotado y sin haber comido dejando el pecho peor de lo que lo ha encontrado.


Para entender el proceso tenemos que pensar en el interior del pecho como si fuera una autopista de tres carriles. Los carriles exteriores son los que causan la inflamación y reducen el espacio para la salida de leche del carril central. Tenemos que reducir la tensión que los dos carriles exteriores realizan sobre el central para conseguir que la leche fluya.

¿Y qué puedo hacer?
En primer lugar, necesitamos desinflamar el pecho y eso solamente se consigue aplicando frío. Tenemos dos opciones, aplicar alimentos congelados que tengamos en el refrigerador envueltos en toallas. O comprar una col. Las hojas de col aplicadas sobre el pecho ejercen un efecto antiinflamatorio que permite aliviar la congestión del pecho.

Preparar la col es muy simple:

● Se deshoja la col, se limpian las hojas y se dejan en una bolsa o un recipiente dentro de la nevera
● Para colocarlas al pecho es necesario pasarles un rodillo de cocina o similar para romper la fibras
● Si la madre tiene grietas en el pezón o le desagrada la sensación de frío en el pezón puede cortar el centro de la hoja dejando una abertura central, así la areola y el pezón no estarán en contacto con la hoja
● Una vez sobre el pecho, la cazoleta del sujetador va a permitir mantener la hoja firme sobre el pecho
● En media hora aproximadamente la hoja de col va a quedar “cocida” por el calor que desprende el pecho y se puede cambiar la hoja por una fría


El frío en el pecho se debe mantener hasta que la situación mejore. En ocasiones se recomienda aplicar calor, pero el calor está totalmente desaconsejado en estas situaciones. El calor tiene un efecto vasodilatador y aumenta la congestión: las duchas calientes, los trapos húmedos, las esterillas eléctricas… NO son apropiadas para reducir la inflamación.

Antes de poner al bebé a mamar existen unos masajes que permiten dejar la areola blanda, así el bebé se puede agarrar y puede sacar la leche retenida, lo que ayuda a aliviar la congestión y permite que el bebé coma lo que necesita.
Los masajes específicos se hacen con las manos y se llaman masajes de "presión inversa suavizante"
Como su nombre indica, se realiza una fuerza inversa en la zona de la areola, en dirección a las costillas, lo que permite suavizar la ingurgitación en esa zona y facilitar el agarre del bebé. Para que la presión inversa dé resultado la madre debe colocar al bebé a mamar inmediatamente después de realizar el masaje. Al terminar la toma, si el pecho sigue inflamado, volveremos a colocar frío.

Las madres lactantes evitan, por miedo a perjudicar al bebé, tomar medicamentos; pero es posible que tras el parto nos hayan recetado antiinflamatorios para el dolor. Si es así y aunque no sintamos dolor en la zona genital o en el vientre en caso de una cesárea podemos seguir con ellos. Los antiinflamatorios habituales no tienen riesgo (riesgo cero) durante la lactancia, por lo tanto, son seguros para los niños. Si dudamos de las medicaciones que nos recetan se pueden consultar en: www.e-lactancia.org

Para conseguir una buena resolución de la ingurgitación además tenemos que valorar:
● La succión del bebé: observando la anatomía oral del niño y técnica de la madre
● Eliminar el chupete que puede modificar la demanda del bebé y causar saciedad
● Aumentar las tomas de pecho
● Si el niño no pide el pecho la madre marcará la demanda hasta que él sea capaz de hacerlo


Si se hace todo correctamente en pocas horas el pecho se desinflama y el dolor cede. Cabe recordar que el uso del sacaleches no es demasiado aconsejable en estos casos ya que la presión que el sacaleches realiza sobre el pecho aumenta la congestión. Si lo queremos usar es importante realizar los masajes de presión inversa.
Esperamos que nunca tengáis que experimentar una ingurgitación, pero si os ocurre deseamos que esta información os sirva de ayuda.

Alba Padró, asesora de lactancia e IBCLC para Espacio Lactancia

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Comentarios

  1. Alvaro Hernán Duarte 15 dic, 2014 17:00· · Responder

    Muy bueno el articulo. La madre puede tomar Acetaminofen (Paracetamol), para el dolor. El apoyo y la consejería son fundamentales en estos casos. Si la situación es muy crítica y es imposible la succión del bebé o la extracción y es necesario (ojalá que no), dar por unos pocos dias leche artificial es importante enfatizar en la necesidad de que no se de con chupo.
    Pediatra.

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